Compulsivos: Imagine estar a la cabeza de un semáforo esperando a que cambie de color para continuar su camino. Al sólo pasar a verde, ya tiene a un desesperado dándole de bocinazos detrás suyo. En ese instante, se habrá encontrado con uno de los especímenes más salvajes de la selva de asfalto. Éstos tienen la característica de siempre querer hacerse notar.
Agresivos: Estos automovilistas conducen a altas velocidades y se enfurecen por cualquier motivo. Son los más irresponsables de todos.
Pasivos: Se destacan por evitar todo tipo de enfrentamientos. Son precavidos y es importante para ellos llegar lo más seguro posible, sin importar la distancia del viaje.
Débiles: Son todos aquellos que, debido a su personalidad, son sumisos y obedientes.
Normales: Conducen tranquilos y se adaptan con facilidad a las condiciones y situaciones del camino.
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